No todos los días en el centro de estética son perfectos. Hay jornadas en las que todo fluye y otras en las que parece que el universo se pone en nuestra contra. Pero, curiosamente, son esos días caóticos los que más nos enseñan.
Recuerdo uno en particular en el que Laura, mi esposa y dueña del salón, estuvo al borde del colapso. Fue un día en el que cada pequeño detalle salió mal… pero al final, nos dejó una gran lección sobre resiliencia.
Desarrollo
Todo comenzó temprano en la mañana. La agenda estaba a reventar, con citas encajadas casi al minuto. La primera clienta llegó con mala cara y una actitud que auguraba tormenta. Durante su tratamiento, se quejó de todo: la temperatura, la música, hasta del aroma del aceite esencial. Laura, con su paciencia habitual, manejó la situación con profesionalismo.
Pero ese solo fue el comienzo.
A media mañana, una clienta que tenía cita para una limpieza facial confundió el horario y llegó una hora tarde. Insistió en que la atendieran de inmediato y, cuando Laura le explicó que no podía porque tenía otras citas, se marchó enfadada dejando un mal comentario en redes sociales.
Por si fuera poco, un proveedor falló en la entrega de productos y un aparato dejó de funcionar en pleno tratamiento. A cada minuto, el estrés de Laura iba subiendo. Cuando llegó la última clienta del día, apenas pudo sostener la sonrisa.
Esa noche, en casa, la vi suspirar y quedarse en silencio.
—Hoy estuve a punto de mandar todo al diablo… —me confesó.
Me senté a su lado y, después de un rato, me dijo algo que nunca olvidaré:
—Pero ¿sabes qué? Mañana abriré el salón otra vez. No porque tenga que hacerlo, sino porque quiero. Porque amo mi trabajo, incluso en los días difíciles.
Ese día aprendí que la resiliencia no es aguantarlo todo sin quejarse. Es permitirte sentir, desahogarte y volver a levantarte al día siguiente con la misma pasión.
Moraleja
Los días difíciles no definen nuestro negocio ni nuestra capacidad. Lo que realmente importa es la actitud con la que decidimos enfrentarlos. La resiliencia no es solo resistir, sino aprender, adaptarse y seguir adelante con más fuerza. 💜✨